El primer multimedio
- Pedro Dutour
- 22 abr 2020
- 3 Min. de lectura

Cuando empecé a investigar para mi tesis de grado, que terminé defendiendo en abril de 2003, me topé con la figura de Nobel Valentini. Un tipo muy singular y al que podríamos tildar como el primer hombre multimedio del país. Su actividad profesional se extendió entre las décadas de 1940 y 1960, hasta que murió aquejado por la diabetes en 1971. Una vez me llamaron de una radio FM de Montevideo para hablar sobre este buen hombre, interesados en los particulares aspectos de su carrera en los medios, en el deporte y en el coleccionismo. Valentini se desempeñó como periodista y conductor radial, como productor de películas documentales, además de incursionar como dirigente deportivo, árbitro de fútbol, nadador y jugador de waterpolo. A todo esto, le sumó el negocio de los álbumes de figuritas. Nació en Salto en 1916 y de niño se trasladó a la capital junto a su familia, donde vivió hasta sus últimos días. Durante 20 años -entre 1941 y 1960- dirigió la exitosa audición “Glosas Deportivas”, primero por CX 28 Radio Imparcial y más tarde por CX 22 Radio Universal, cuando el medio radial vivía sus años de expansión y gloria. Ese programa no se salía de las coordenadas del periodismo deportivo: discusiones post partidos de fútbol, invitados, entrevistas al aire e información nacional e internacional. Igual que ahora.

Nobel Valentini, de pie y el más alto, junto al gran ciclista uruguayo Atilio François.
Valentini, como buen empresario del espectáculo que era, combinaba su plataforma en los medios con eventos deportivos, musicales y artísticos. Le daba siempre un marco de popularidad a cada uno de sus emprendimientos. En diciembre de 1949 montó un gran show en el Estadio Centenario al que acudió un numeroso público y que contó con muchos premios e invitados, y con los músicos vernáculos más destacados del momento. Nuestro personaje también produjo tres películas documentales, todas en torno al fútbol. Hubo, según los reportes de prensa de aquel tiempo, dos muy exitosas: “Uruguayos Campeones” y “Glosas Deportivas”, films que trataron acerca de las glorias de nuestro principal deporte. La primera se realizó antes del Mundial de 1950 y la segunda después, con Uruguay campeón del mundo. Nada menos. Además, Valentini vivió desde la posición de cancha la final en el Maracaná. Nada más y nada menos. Con cámara en mano, estaba justo detrás del arco de los goles de Schiaffino y Ghiggia. A mí por lo menos se me pone la piel de gallina al escribir esto. La otra película de Valentini, y de la cual pude conseguir poca información, resultó ser una que filmó en Brasil, con la dirección del argentino Leo Fleider. Se llamó “O Sonho do Garoto” y versaba sobre la historia de Pelé -él mismo actúa-, quien acababa de coronarse por primera vez campeón mundial en el torneo de Suecia 1958. Por fuera de su actividad en la comunicación, Valentini se destacó en las competencias de natación y waterpolo, deporte con el que formó parte de la selección uruguaya en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, aquellos seguidos de cerca por Adolf Hitler previo a la Segunda Guerra Mundial. Como dirigente, fue presidente de la Federación de Patín y Hockey de Uruguay, labor que desarrolló entre los últimos años de 1940 y principios de 1950.

Ghiggia consuma el Maracanazo y Valentini, que se ve justo detrás del palo, comienza también a festejar. Pedazo de foto.
Un momento significativo dentro de la vida del conductor de “Glosas Deportivas” resultó ser su tarea como árbitro de fútbol. En la que debió haber recibido sus buenos insultos, como corresponde. El primer partido de Nobel como árbitro profesional ocurrió en 1941, y ya en 1942 conseguía la “Cinta Azul”, el premio que el Colegio de Árbitros regalaba al mejor juez de la temporada. Dentro de sus logros en esta profesión, se puede destacar sus siete clásicos que dirigió, sus dos torneos Sudamericanos, donde le confirieron los partidos más importantes, y compromisos a nivel internacional de jerarquía. Además de ser solicitado desde México y Chile para que acudiera a ejercer como árbitro. Dos ofertas tentadoras, que el conductor de “Glosas” no aceptó. Y por último, pero no menos importante, en 1948 Valentini dejaba la actuación arbitral y se anotaba en otra actividad. Los álbumes de figuritas fueron su área a explotar y lo hizo con un notorio sentido empresarial, donde logró grandes éxitos financieros, sobre todo con los álbumes “Uruguayos Campeones”, “Goles y Dobles” y dos de la serie de tres de “Donald”. Tuvo la habilidad de sacar partido a casi todos los álbumes que emitió -26 en total, entre 1948 y 1970- y que iban muy unidos al éxito futbolístico de Uruguay y los clubes grandes del país.

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