Desarrollo, industria, tecnología, investigación y docencia
- Pedro Dutour
- 2 feb 2023
- 5 Min. de lectura

En la apacible pero dinámica y emprendedora Estación Experimental Mario A. Cassinoni (EEMAC) de la Universidad de la República, no todo es agronomía, animales y campo. También está presente, desde hace más de una década, el Departamento de Química del Litoral (DQL) del Centro Universitario Regional Litoral Norte (CENUR LN) con la carrera de Químico Agrícola y Medio Ambiente, y la Licenciatura en Química. Además, ofrece carreras de posgrado como la maestría y el doctorado en Química.
El egresado del Químico orientación Agrícola y Medio Ambiente de cinco años, que se brinda completa en la ciudad, presenta un perfil con sapiencia en todas las áreas de química, tanto en sus aspectos de base como tecnológicos, y con conocimientos en desarrollo de negocios y gestión ambiental que lo habilitan a generar o dirigir empresas productoras de bienes o servicios relacionados con todas las áreas de la química.
Natalia Besil, Lucía Pareja, Lucía Bergalli y Florencia Parpal son docentes con alta dedicación del Departamento de Química del Litoral en Paysandú. Tres de ellas doctoras en Química y otra en proceso de serlo. Doctorados que se abordaron y culminaron en la ciudad. Con diferentes orientaciones: síntesis de moléculas, diagnóstico de enfermedades, contaminación ambiental y de alimentos.
El rol del Químico Agrícola y Medio Ambiente pretende ser un aporte a la modernización del agro, un aspecto fundamental en el desarrollo del país. El estudiante se forma en diversos aspectos de la química aplicada al agro, como por ejemplo, optimizar el aprovechamiento de los productos del campo mediante la agroindustria, el control de plagas entre otros.
“En el DQL además de impartir la carrera, se trabaja en investigación, en el desarrollo tecnológico, sobre todo en el área agroalimentaria, que es en la que se centran mayormente nuestros grupos de investigación”, dijo Besil. “Me parece que es muy pertinente en la región, y es relevante poder formar gente en esa área”, subrayó.
“Nosotros promocionamos, más que nada, que tenemos la carrera entera, la de Químico Agrícola y Medio Ambiente, así como la licenciatura en Química, la que tiene como fin último el trabajo académico. Pero también tenemos gente que está trabajando en otras áreas, como en salud, en síntesis, además de quienes trabajan de cara al área agroalimentaria”, explicó Parpal.
“Mi caso particular fue síntesis orgánica hacia el área agroalimentaria, pero hay gente que está haciendo síntesis de moléculas bioactivas, tanto para colaborar con otros laboratorios como para la elaboración de medicamentos, o que tengan algún efecto contra los parásitos que afectan al ganado o contra algún agente microbiológico”, ahondó la experta.
De este modo, entre el aula y la investigación que se desarrolla en la EEMAC, existe un “espectro muy grande”. “Una fortaleza que tenemos acá en el CENUR LN es que trabajamos con grupos multidisciplinarios, con nivel internacional”, enfatizó Parpal.

Lucía Bergalli, Lucía Pareja, Florencia Parpal y Natalia Besil.
El hecho de que esta formación y desarrollo opere en Paysandú, desde esa base a pocos kilómetros de la ciudad y en un entorno campestre, rodeados de ingenieros agrónomos y veterinarios, no resulta algo casual. “El foco fue darle el componente químico que explica muchas veces los fenómenos que se dan. Como por qué aparece diazinón en la leche o en la carne vacuna”, señaló Besil.
Para todas las carreras de grado y posgrado, hay más de una decena de docentes, entre los que se encuentran ellas cuatro quienes cumplen las “tres patas” o funciones de la Universidad: docencia, investigación y extensión o relacionamiento con el medio. En cuanto a estudiantes, actualmente asisten unos 50 estudiantes de grado y 12 de posgrado. Los alumnos suelen ser de Paysandú y Salto, sobre todo, pero también hay de Mercedes, Tacuarembó y Artigas.
“Son más que nada de la región. De Salto tenemos la gran mayoría de estudiantes, porque en realidad pueden hacer el primer año tanto en Paysandú como en Salto, y los que lo hacen ahí luego se vienen para acá”, comentó Bergalli.
Para todos ellos, la posibilidad de estudiar estas carreras y más en la ciudad, termina siendo determinante. “Muchos nunca hubieron podido hacerlas”, concordaron todas al destacar la chance de asistir a la universidad en estas sedes regionales y no incursionar en gastos en Montevideo.
A su vez, hay becas para estudiar química en el CENUR. “Muchos creen que no tenés derecho a becas”, dijo Bergalli. Como las del Fondo de Solidaridad y la de Bienestar Universitario; al mismo tiempo, en Paysandú está el comedor estudiantil apoyado por el Centro Universitario; hay becas de transporte de la Fundación Chamangá; también becas de posgrado financiadas por de la Comisión Académica de Posgrado de la Udelar, y la ANII. Y se puede apelar al sistema de cuidado para estudiantes que tengan hijos a cargo.
Al final de la carrera de Químico Agrícola y Medio Ambiente, y cuando el alumno tiene todos los exámenes aprobados –así apunte a la industria o a la academia–, se inscribe en lo que “se llama practicantado”, una práctica de trabajo que se puede hacer en los laboratorios en la EEMAC o en alguna empresa de la industria. “Intentamos que la hagan afuera para que tengan la experiencia; aunque otros las hacen acá porque siguen una línea de investigación”, dijo Pareja.
“También durante el desarrollo de la carrera los estudiantes tienen posibilidad de sumar créditos como trabajos experimentales, lo cual los ayuda a avanzar en la carrera. Y otras veces, después de hacer esa instancia, por los mismos proyectos que tenemos acá los distintos investigadores, podemos financiarlos a través de concursos que les permiten ingresara trabajar como ayudantes”, detalló Besil. Ese financiamiento puede partir de la ANII, de la Comisión Sectorial de Investigación Científica, del INIA, de Pedeciba.

Hasta ahora, son cuatro los egresados del Químico Agrícola y Medio Ambiente, a la espera de sumar otros con la “masa de estudiantes” que se prepara para ello. Química crece en Paysandú y va por más.
A diferencia de las iniciativas que presentan otras instituciones educativas de la región, que suelen ser propuestas más técnicas, la carrera en la Udelar apunta más al desarrollo, a la investigación. “Son cosas complementarias”, aclaró Bergalli.
“Lo nuestro es más de las bases, más de entender lo que está ocurriendo, el concepto de lo que sucede, antes de tener el producto final”, intervino Pareja. “El que entiende cuándo hay un problema de base, va a ser el químico, que cuenta con todas las herramientas para poder comprender qué pasó, dónde fue, etc”.
Bergalli mencionó además, de su lado, que llegan “muchos estudiantes” egresados de la licenciatura de UTEC para continuar con los posgrados en Química. Hay diferentes líneas de posgrado en química; dependiendo de cuáles son los intereses de cada uno, será el enfoque de la investigación.
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